TikTok entre dos superpotencias: Trump y Xi deciden el futuro de Tiktok
Las relaciones entre Estados Unidos y China han entrado en un momento decisivo, y TikTok se ha convertido en uno de los focos principales. Las tensiones acumuladas en torno a la propiedad extranjera, la seguridad de los datos de los usuarios y el algoritmo que decide qué contenidos se muestran han forzado una intervención política y legal desde Washington. Ahora, después de varios plazos extendidos y negociaciones diplomáticas, parece que hay avances sustanciales.
En abril de 2024, el Congreso de EE.UU. aprobó la Ley para Proteger a los Estadounidenses de Aplicaciones Controladas por Adversarios Extranjeros (Protecting Americans from Foreign Adversary Controlled Applications Act, PAFACA), que exige que aplicaciones como TikTok —propiedad de ByteDance, empresa china— se vendan o enfrenten una prohibición si se considera que representan un riesgo de seguridad nacional.
El plazo original para completar esa venta o desvinculación vencía el 19 de enero de 2025. Sin embargo, desde que Donald Trump retomó la presidencia, su administración ha aplazado varias veces la extensión de esta fecha para permitir que se negocie un acuerdo.
En las últimas rondas de negociaciones celebradas en Madrid, se ha logrado un marco de entendimiento entre ambas potencias para resolver la situación de TikTok. Aunque los detalles completos no se han revelado, se conocen algunos puntos clave.
Por un lado, se prevé la transferencia de las operaciones estadounidenses de TikTok hacia una entidad de propiedad controlada por EE.UU., lo que busca minimizar los riesgos que preocupan al gobierno americano. ByteDance mantendría una participación, pero esta sería minoritaria, en torno al 20 %. Además, los datos de los usuarios estadounidenses y la seguridad del contenido serían gestionados por socios locales o bajo supervisión directa de las autoridades de EE.UU.
El aspecto más sensible sigue siendo el algoritmo, pieza central del funcionamiento de la aplicación. Fuentes oficiales apuntan a que ByteDance podría mantenerlo bajo un sistema de licencia desde China, lo que genera dudas sobre cuánto control real cederá la empresa en la práctica.
Para dar margen a estas negociaciones, Trump firmó una orden ejecutiva que extiende el plazo hasta el 16 de diciembre de 2025 para que ByteDance separe o reorganice su participación en TikTok. El Secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, confirmó públicamente que se ha alcanzado el marco de acuerdo en Madrid, aunque los detalles se cerrarán en la llamada prevista este viernes entre Donald Trump y Xi Jinping.
El desenlace de esta negociación marcará no solo el futuro de TikTok en Estados Unidos, sino también la relación tecnológica y política entre las dos mayores potencias del mundo. Washington busca garantías sólidas de que los datos de sus ciudadanos no estarán expuestos a injerencias extranjeras, mientras que Pekín trata de preservar derechos de propiedad intelectual y mantener cierto margen de influencia en una de sus compañías digitales más relevantes.
La importancia de TikTok trasciende lo económico. La red social ha transformado la comunicación y la política en EE.UU., especialmente entre la población más joven. El propio Trump ha reconocido el “tremendo valor” de la plataforma, llegando a admitir que fue una herramienta clave en su victoria electoral entre los votantes de menor edad.
Con millones de usuarios activos y un poder cultural incuestionable, el futuro de TikTok en EE.UU. sigue en juego. El 16 de diciembre será la fecha clave para comprobar si el marco acordado en Madrid se traduce en un pacto definitivo o si, por el contrario, se abre un nuevo capítulo de incertidumbre.