
Donald Trump ha afirmado recientemente que preferiría no tener que recurrir a aranceles para ejercer presión sobre China. Sin embargo, no dudó en recordar que los aranceles son un poderoso recurso que Estados Unidos podría activar en cualquier momento. “Tenemos un gran poder sobre China, y son los aranceles, y ellos no los quieren”, aseguró en una entrevista con Sean Hannity, transmitida por Fox News. “Preferiría no tener que usarlo, pero es un poder tremendo sobre China”, agregó, dejando abierta la posibilidad de medidas más drásticas.
Trump ha hecho de los aranceles una de sus herramientas diplomáticas predilectas, utilizándolos tanto contra aliados como contra adversarios. En esta ocasión, el presidente insinuó que el 1 de febrero podría marcar el inicio de un arancel del 10% sobre China como castigo por permitir que el fentanilo entre en Estados Unidos. Sin embargo, el hecho de que estas amenazas aún no se hayan concretado ha sido interpretado por los mercados como un alivio. No obstante, cabe recordar que durante su campaña electoral, Trump llegó a proponer aranceles de hasta el 60% sobre China, un nivel que según economistas habría paralizado el comercio entre ambos países.
Mercados reaccionan ante las declaraciones de Trump
Las recientes palabras del mandatario han tenido un impacto inmediato en los mercados. El yuan, tanto en su mercado nacional como extranjero, registró ligeros avances frente al dólar, con subidas del 0,3% y 0,2%, respectivamente. Las acciones chinas también mostraron un impulso positivo, con el índice CSI 300 subiendo un 1% en la sesión matutina y las acciones chinas en Hong Kong aumentando más de un 2%. Este repunte refleja cómo los mercados siguen atentos a cualquier señal que indique una posible distensión en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
El juego diplomático de Trump
Trump tambien destacó una amenaza de “sanciones financieras masivas” contra Rusia si no accede a negociar para poner fin a la guerra en Ucrania. Trump fue más duro con el presidente ruso, Vladimir Putin, acusándolo de prolongar innecesariamente el conflicto. “No quiero hacer esto, pero tenemos que poner fin a esta guerra”, afirmó.
Por otro lado, el presidente estadounidense mantuvo un tono más conciliador hacia otros líderes mundiales. En un giro llamativo, reiteró su admiración por el líder chino Xi Jinping, calificándolo como “mi amigo” y señalando que su última conversación telefónica había sido “buena y amistosa”. Recordó su relación previa a la pandemia como “muy buena” y elogió las ambiciones de China y de Xi, a quien describió como “un hombre muy ambicioso”.
Del mismo modo, Trump tuvo palabras de elogio para el líder norcoreano Kim Jong Un, a quien describió como un “tipo inteligente” y no como un “fanático religioso” al estilo de los líderes iraníes, a quienes criticó duramente. Trump incluso expresó su intención de acercarse nuevamente a Kim, a pesar de que Corea del Norte ha mantenido un silencio oficial sobre el regreso de Trump a la Casa Blanca.
Críticas a Zelenski y tensiones con Ucrania
El presidente también aprovechó la entrevista para lanzar críticas hacia el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Trump cuestionó el manejo de las etapas iniciales del conflicto por parte del líder ucraniano, describiéndolo como “no un ángel”. Este comentario ha generado controversia, ya que parece contrastar con la postura de otros líderes occidentales, que han ofrecido un respaldo más claro a Ucrania en su lucha contra Rusia.
Un enfoque impredecible
Las últimas declaraciones de Trump confirman una estrategia que combina amenazas económicas con gestos diplomáticos que parecen diseñados para mantener a todos los actores internacionales en vilo. Mientras los mercados intentan descifrar sus intenciones, el presidente estadounidense sigue utilizando su estilo característico: una mezcla de pragmatismo, dureza y, en algunos casos, aparente cordialidad.