Japón prepara la primera moneda estable respaldada en yenes para este otoño
La Agencia de Servicios Financieros de Japón ultima la aprobación de la primera stablecoin denominada en yenes. El proyecto, encabezado por la tecnológica financiera JPC, busca garantizar estabilidad y confianza con un modelo respaldado por activos líquidos y transferencias bancarias directas a billeteras digitales.
El ecosistema financiero japonés se prepara para un paso inédito en su historia monetaria. Según adelantó Nikkei Asia, la Agencia de Servicios Financieros de Japón aprobará este otoño la emisión de la primera moneda estable denominada en yenes.
La iniciativa estará liderada por la fintech JPC, que tras registrarse como empresa de transferencia de dinero, asumirá la responsabilidad de lanzar el token denominado JPI. Su característica principal será la vinculación directa: un JPI equivaldrá exactamente a un yen, garantizando así un valor estable y predecible.
Para reforzar la confianza en este instrumento digital, la moneda estará respaldada por activos líquidos, incluyendo depósitos bancarios y bonos del Estado japonés. Los usuarios podrán obtener sus tokens a través de transferencias bancarias, que se enviarán directamente a billeteras digitales autorizadas.
Este movimiento sitúa a Japón en la senda de países que exploran la convergencia entre finanzas tradicionales y activos digitales regulados. La introducción de una stablecoin vinculada al yen no solo abre nuevas posibilidades para las transacciones cotidianas y los pagos digitales, sino que también puede marcar un antes y un después en la forma en la que Japón participa en los mercados internacionales de criptomonedas y finanzas descentralizadas.
El lanzamiento de JPI responde, además, a la creciente presión global por establecer marcos regulatorios claros para las stablecoins. Japón busca adelantarse a los riesgos de volatilidad y falta de respaldo que han marcado otros proyectos internacionales, garantizando transparencia y seguridad desde el primer momento.
Si se cumplen los plazos, el otoño de 2025 quedará registrado como el inicio de una nueva etapa en la digitalización del sistema financiero nipón, donde el yen, en su versión estable, convivirá con las monedas tradicionales y abrirá nuevas puertas a la innovación en pagos y servicios financieros.