El Dow Jones sube 178 puntos mientras Nike y FedEx abren la temporada de resultados
Wall Street arranca en verde tras un IPC más frío y unas peticiones de paro a la baja, pero el mercado se juega el relato en la letra pequeña: guidance, márgenes y gasto en IA. Esta tarde, Nike y FedEx ponen el foco sobre el consumidor y la economía real, con Micron reanimando el pulso tecnológico.
Wall Street respira con el IPC… pero no canta victoria
El mercado abrió con tono positivo después de que la inflación en Estados Unidos se moderara al 2,7% interanual y el IPC avanzara un 0,2% mensual, mientras las peticiones semanales de desempleo bajaron a 224.000. Con ese telón de fondo, el Dow Jones inició la sesión con un avance de 178 puntos, en un intento de borrar parte del mal sabor que dejó la reciente rotación fuera de tecnológicas y la sensibilidad extrema a cualquier dato macro que reordene el guion de tipos para 2026.
Nike y FedEx: dos termómetros para el consumo y el ciclo
Con la gran temporada de resultados aún concentrada en enero, las cuentas de Nike y FedEx funcionan como “primer examen” del trimestre: Nike mide pulso del consumo y el pricing power en un contexto de descuentos, inventario y presión competitiva; FedEx, por su parte, es un termómetro directo de actividad, envíos y disciplina de costes.
En Nike, el mercado llega con expectativas contenidas: los analistas apuntan a 0,37 dólares por acción sobre 12.200 millones de dólares de ingresos, con la atención puesta en señales de tracción real de la estrategia de giro, el desempeño en China y la evolución del mix de producto y canales.
En FedEx, el “listón” está más alto tras el buen comportamiento de la acción en los últimos meses: el consenso vigila si la compañía confirma el mensaje de mejora interanual apoyada en eficiencia, integración operativa y recortes de costes, sin que el ciclo global se le atragante en volúmenes.
Micron reanima la narrativa de IA (y enfría el miedo al capex)
El gran catalizador del día es Micron, que disparó al sector después de publicar una previsión de beneficios muy por encima de lo esperado gracias a la demanda de memoria para centros de datos de IA. La compañía proyectó un beneficio ajustado de 8,42 dólares por acción y unos ingresos de 18.700 millones de dólares, frente a estimaciones sensiblemente inferiores, reforzando la idea de que la inversión en infraestructura de IA sigue teniendo recorrido.
La clave para el mercado es doble: por un lado, si este tipo de guías valida que el “boom” de IA todavía se traduce en márgenes; por otro, si evita que vuelva el fantasma de la financiación y el exceso de gasto que ha penalizado a parte del complejo tecnológico en sesiones recientes.
Lo que realmente se juega el mercado en estas cuentas
Más allá del titular, Wall Street busca respuestas a tres preguntas: ¿qué margen queda para sostener beneficios si el crecimiento se enfría?, ¿cuánto impacto tendrán costes y aranceles en márgenes? y ¿se mantiene el apetito inversor por la IA sin exigir “pruebas” inmediatas de rentabilidad? En ese contexto, el mercado llega con una referencia clara: tras un tercer trimestre fuerte, el consenso sigue apuntando a un crecimiento de beneficios más moderado para el cuarto trimestre, lo que eleva la exigencia sobre cualquier guidance de 2026.