El aeropuerto de Eindhoven detuvo vuelos tras varios avistamientos de drones

Alarma en Eindhoven: drones obligan a cerrar el aeropuerto y Holanda despliega medidas antidron

Los Países Bajos vivieron este sábado un episodio de máxima tensión aérea después de que varios drones fueran detectados en las inmediaciones del aeropuerto de Eindhoven, lo que obligó a suspender durante horas todo el tráfico civil y militar. El ministro de Defensa, Ruben Brekelmans, confirmó que el Ejecutivo ha tomado medidas para restaurar la seguridad, aunque evitó detallar el operativo por motivos sensibles. El incidente llega apenas un día después de otro caso similar en la base aérea de Volkel y se suma a una ola de episodios en el norte de Europa que las autoridades ya analizan como posible amenaza híbrida contra infraestructuras críticas.

EPA/FILIP SINGER
EPA/FILIP SINGER

Holanda activa un operativo especial tras la aparición de drones en el aeropuerto de Eindhoven

El Gobierno neerlandés ha elevado las alertas de seguridad después de que varios drones fueran detectados en el aeropuerto de Eindhoven, uno de los más importantes del país tanto para vuelos comerciales como para operaciones militares. El incidente, confirmado por el ministro de Defensa Ruben Brekelmans, provocó la paralización total del tráfico aéreo y encendió todas las alarmas en un momento en el que Europa mantiene una vigilancia reforzada sobre infraestructuras críticas.

Una interrupción repentina que obligó a detener todas las operaciones

La actividad en el aeropuerto se detuvo de inmediato tras detectarse «múltiples drones» sobre el espacio aéreo restringido. Según fuentes oficiales, los avistamientos se produjeron en intervalos cortos, lo que llevó a activar los protocolos de emergencia antes incluso de confirmar el origen de los dispositivos. La presencia de drones cerca de un aeropuerto no es un simple incidente técnico: constituye un riesgo directo para la seguridad aérea, capaz de paralizar despegues, aterrizajes y poner en peligro aeronaves en maniobras críticas.

Los equipos de seguridad del aeropuerto, junto con unidades de la policía militar y especialistas en detección electrónica, iniciaron un barrido de la zona para localizar posibles operadores o artefactos adicionales. Hasta ahora, no se ha informado sobre detenciones ni sobre el origen de los drones, un factor que alimenta las dudas sobre si se trató de un acto deliberado, una prueba de vulnerabilidad o un incidente aislado.

Medidas del Ministerio de Defensa: discreción total sobre la operación

El ministro Ruben Brekelmans confirmó que el Ministerio de Defensa «ha tomado medidas» para restablecer el tráfico aéreo y asegurar la zona, pero evitó ofrecer detalles concretos: «Por razones de seguridad, no podemos compartir cómo se ha actuado. La interrupción del tráfico aéreo con drones es inaceptable. Estamos tomando medidas contra ello».

La falta de detalles sugiere que se emplearon tecnologías de neutralización, contramedidas electrónicas o protocolos de cooperación con inteligencia militar. En Europa, el uso de drones en zonas sensibles ha sido asociado tanto a activismo radical como a ciberataques híbridos promovidos por actores estatales o grupos criminales.

Un problema creciente en aviación: drones que paralizan aeropuertos

Este incidente se suma a la creciente lista de eventos que han puesto en jaque a aeropuertos europeos. Desde Gatwick en 2018 hasta episodios más recientes en Fráncfort, Madrid o Varsovia, los drones se han convertido en una amenaza difícil de anticipar, especialmente cuando son operados de forma remota y sin identificación.

Los expertos señalan que muchos aeropuertos aún no cuentan con sistemas robustos de detección y neutralización de UAV (vehículos aéreos no tripulados). Países como Francia, Alemania y España han acelerado la instalación de sensores RF, radares compactos y bloqueadores de señal, pero incluso estas herramientas tienen limitaciones, especialmente si los drones utilizan rutas automáticas preprogramadas.

Implicaciones para la seguridad europea

La Unión Europea ha venido advirtiendo que infraestructuras estratégicas —aeropuertos, plantas energéticas, puertos, bases militares— son cada vez más vulnerables a tecnologías baratas y accesibles. Un dron de apenas 200 euros puede causar estragos si entra en el área incorrecta en el momento incorrecto.

El caso de Eindhoven también se produce en un contexto de aumento de tensiones internacionales y de preocupación por posibles actos de sabotaje. Los Países Bajos, como miembro de la OTAN, han reforzado su postura de vigilancia ante incidentes que puedan comprometer movimientos militares o tráfico aéreo asociado a despliegues aliados.

Operaciones restablecidas, pero con un mensaje claro

Tras varias horas de interrupción, el tráfico aéreo en Eindhoven se reanudó de manera gradual, aunque bajo procedimientos reforzados. Las autoridades insisten en que cualquier actividad no autorizada con drones será perseguida penalmente y que se trabajará para mejorar la respuesta ante incidentes similares.

Lo que queda claro es que este episodio ha puesto al descubierto la vulnerabilidad de los aeropuertos europeos ante drones no identificados y la necesidad de acelerar la implementación de nuevos sistemas de defensa aérea civil. El incidente podría servir de catalizador para que más gobiernos adopten medidas similares y refuercen la seguridad de infraestructuras críticas.

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