3I/ATLAS

El cometa interestelar 3I/ATLAS muestra una enigmática “estructura gigante” apuntando al Sol

Unas nuevas imágenes obtenidas desde el observatorio del italiano Toni Scarmato, en Calabria, confirman la presencia de un chorro orientado hacia el Sol en el cometa 3I/ATLAS, la tercera visita interestelar conocida a nuestro Sistema Solar, ya visible también en capturas del Hubble del 30 de noviembre.
Nuevas imágenes obtenidas desde el observatorio del italiano Toni Scarmato, en Calabria
Nuevas imágenes obtenidas desde el observatorio del italiano Toni Scarmato, en Calabria

El cometa 3I/ATLAS, sólo el tercer objeto interestelar detectado en nuestro Sistema Solar, vuelve a sorprender a la comunidad científica. Una observación realizada esta mañana desde el Observatorio Astronómico de Toni Scarmato, en San Costantino di Briatico (Calabria), muestra claramente una “estructura grande” orientada hacia el Sol, un chorro o “jet” que ya se apreciaba en la imagen tomada por el Telescopio Espacial Hubble el pasado 30 de noviembre. La nueva captura, con una magnitud total de m1 = 11,40 en un campo de 20'x20', no sólo confirma la actividad inusual de 3I/ATLAS, sino que consolida el papel de los observatorios amateurs avanzados en el seguimiento de uno de los objetos más extraños de la astronomía reciente.

Un visitante interestelar bajo la lupa

3I/ATLAS (designado también C/2025 N1) fue descubierto el 1 de julio de 2025 por el sistema de búsqueda ATLAS y pronto se confirmó que seguía una órbita hiperbólica, es decir, que procede del espacio interestelar y no está ligado gravitatoriamente al Sol. Es sólo el tercer visitante interestelar conocido, después de 1I/‘Oumuamua y 2I/Borisov, lo que lo convierte en un laboratorio único para estudiar material procedente de otros sistemas estelares.

A diferencia de otros cometas brillantes, 3I/ATLAS nunca será visible a simple vista: incluso cerca de su máximo de actividad se mantiene alrededor de la magnitud 11–11,5, accesible únicamente a telescopios de aficionado de cierto tamaño y a grandes instrumentos profesionales.

NASA’s Hubble Space Telescope reobserved interstellar comet 3I/ATLAS Nov. 30, with its Wide Field Camera 3 instrument.
NASA, ESA, STScI, D. Jewitt (UCLA), M.-T. Hui (Shanghai Astronomical Observatory). Image Processing: J. DePasquale (STScI)
NASA’s Hubble Space Telescope reobserved interstellar comet 3I/ATLAS Nov. 30, with its Wide Field Camera 3 instrument. NASA, ESA, STScI, D. Jewitt (UCLA), M.-T. Hui (Shanghai Astronomical Observatory). Image Processing: J. DePasquale (STScI)

La “gran estructura” vista desde Calabria

En la imagen obtenida por Scarmato, procesada con un filtro Larson–Sekanina (una técnica que realza contrastes en la coma y la cola), se aprecia una estructura prominente dirigida hacia el Sol, conocida como jet sunward: un chorro de gas y polvo que emerge en la dirección solar antes de ser curvado por la presión de radiación y el viento solar.

Los parámetros de la captura —apertura de 0,5', campo de visión de 20'x20', magnitud integrada m1=11,40 G— permiten aislar y medir la actividad en la región central del cometa, donde se encuentra su pequeño núcleo rodeado por una densa coma de gas y polvo. El uso del filtro Larson–Sekanina, con DeltaR=0,1 y ángulo de 31°, hace visible esa “estructura grande” que a simple vista quedaría difuminada en el brillo general de la coma.

Lo significativo es que este jet sunward coincide con la estructura ya identificada en la observación del Hubble del 30 de noviembre, lo que ofrece una doble confirmación —profesional y amateur— del mismo fenómeno.

Qué nos dice este chorro sobre 3I/ATLAS

Los chorros orientados hacia el Sol son indicio de actividad localizada en la superficie del núcleo: regiones donde el hielo se sublima con más intensidad, liberando gas y arrastrando partículas sólidas. En el caso de 3I/ATLAS, estos jets se superponen a otras rarezas del objeto, como una anticola muy marcada y variaciones de brillo que algunos investigadores describen como una especie de “latido” periódico.

Estudios recientes han detectado en el cometa metanol y cianuro de hidrógeno, moléculas orgánicas clave para la química prebiótica, lo que refuerza la hipótesis de que estos visitantes interestelares podrían transportar ingredientes básicos para la vida a través de la galaxia. En paralelo, trabajos liderados por Toni Scarmato han utilizado técnicas avanzadas de descomposición de la imagen para estimar el tamaño del núcleo, escondido detrás de la coma, situándolo en una horquilla de pocos kilómetros de diámetro.

Ciencia ciudadana en la frontera del Sistema Solar

El valor añadido de la observación desde Calabria reside en que acerca un objeto extraordinariamente lejano al terreno de la astronomía amateur avanzada. El Observatorio Astronómico de Toni Scarmato lleva décadas centrado en asteroides y cometas, y forma parte de redes internacionales de seguimiento de objetos cercanos a la Tierra.

En el caso de 3I/ATLAS, imágenes como la obtenida esta mañana permiten:

  • Confirmar rasgos vistos por grandes telescopios espaciales (como el Hubble o las misiones de la ESA y la NASA).

  • Aportar series temporales más densas, siguiendo la evolución de la coma y los jets casi noche a noche.

  • Probar métodos de procesado —como el filtro Larson–Sekanina— que luego se aplican también a cometas más cercanos y frecuentes.

En conjunto, estas contribuciones refuerzan la idea de que la frontera entre “astronomía profesional” y “astronomía de aficionado” es cada vez más difusa cuando se dispone de buenos equipos, cielos razonablemente oscuros y un procesado cuidadoso de los datos.

Un visitante extraño que no volverá

3I/ATLAS seguirá siendo observable con telescopios medianos durante las próximas semanas, antes de emprender de forma definitiva su salida del Sistema Solar. La NASA recuerda que el cometa no supone ninguna amenaza para la Tierra: su punto de máximo acercamiento se sitúa a unos 170 millones de millas (unos 270 millones de kilómetros), más allá de la órbita de Marte.

Precisamente por eso, cada imagen cuenta. La “estructura grande” captada hoy desde Calabria y visible también en la fotografía del Hubble del 30 de noviembre se suma a un mosaico de observaciones que ayudará a entender mejor cómo son —y cómo se comportan— estos raros mensajeros interestelares.

En un cielo donde la mayoría de los puntos de luz son viejos conocidos, 3I/ATLAS recuerda que, de vez en cuando, algo totalmente nuevo se cuela en nuestro vecindario. Y que, gracias a observatorios profesionales y amateurs, podemos seguirle la pista casi en tiempo real.

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