Wall Street frena al IBEX 35: pierde los 17.000 y cierra en 16.854 tras la corrección del Nasdaq
El selectivo español cedió un 0,17% en una sesión que empezó con ambición de récord y terminó condicionada por el giro bajista de Wall Street. La presión volvió a concentrarse en tecnología, reactivando las dudas sobre la inversión en IA y arrastrando a la banca en el tramo final.
Un récord que se escapó en la última hora
El IBEX 35 rozó este viernes un hito simbólico —los 17.000 puntos—, pero terminó bajándose de ese nivel psicológico a medida que Wall Street giraba con claridad a terreno negativo. El selectivo cerró con una caída del 0,17%, en 16.854 puntos, un desenlace que reflejó el cambio de tono en el tramo final de la sesión: de la continuidad alcista y el “modo récord” a la búsqueda de liquidez y el ajuste de posiciones de riesgo. Aun así, el balance semanal se mantuvo en positivo, con un rebote de alrededor del 1%, señal de que el trasfondo sigue siendo constructivo pese a episodios de volatilidad intradía.
Wall Street marca el paso: tecnología vuelve a ser el epicentro
El detonante fue la pérdida de tracción de los índices estadounidenses, con un castigo más severo en el componente tecnológico. Al cierre europeo, el Nasdaq llegaba a ceder en torno al 2%, mientras el S&P 500 corregía cerca del 1,1% y el Dow Jones recortaba alrededor del 0,6%. Este patrón —mayor presión en tecnología y contagio progresivo al resto del mercado— volvió a activar un nerviosismo que ya se había manifestado días atrás: cuando los valores ligados a la inteligencia artificial flaquean, la narrativa de “crecimiento sin fricciones” se pone a prueba y reaparece el debate sobre si el ciclo de inversión en IA está tardando más de lo esperado en traducirse en retornos tangibles.
Broadcom, la señal incómoda para el relato de la IA
En esta ocasión, el foco se desplazó hacia Broadcom, que pasó a ocupar el papel de catalizador negativo tras presentar una previsión de ventas que no alcanzó unas expectativas que el mercado había elevado notablemente. El mensaje implícito para los inversores fue claro: incluso cuando el negocio crece, el listón ya no está en “buenas cifras”, sino en “cifras extraordinarias”, y cualquier desviación frente al consenso puede provocar una reacción desproporcionada. El episodio recordó a lo ocurrido con Oracle esta misma semana, cuando el mercado interpretó que el ciclo de gasto en infraestructura de IA podría estar presionando márgenes y retrasando la materialización de beneficios. El resultado es un entorno en el que los gestores ajustan riesgo con rapidez, especialmente en los segmentos más sensibles al precio y a la expectativa.
La banca, de motor a lastre en el IBEX 35
En el mercado español, el cambio de humor se reflejó en la rotación sectorial. La banca, que ha actuado como uno de los pilares del buen tono del IBEX en 2025, fue uno de los principales lastres en la sesión. CaixaBank cerró como farolillo rojo con una caída cercana al 2,5%, mientras Indra cedió alrededor del 1,6% y Santander recortó en torno al 1,5%. También se observaron descensos superiores al 1% en Bankinter, Sabadell, BBVA y Unicaja. En conjunto, el movimiento fue coherente con una sesión de “menos apetito por riesgo”: cuando Wall Street cae y la tecnología lidera la corrección, el mercado europeo tiende a protegerse, reduciendo exposición a los sectores más cíclicos o con mayor beta.
Acciona Energía, Redeia y Aena sostienen el lado positivo
En el lado contrario, algunas compañías actuaron como contrapeso, con un mejor desempeño en un día de ventas generalizadas. Acciona Energía destacó con subidas de alrededor del 2,15%, acompañada por Redeia y Acciona, que avanzaron cerca del 1,4%, y por Aena, con un alza aproximada del 1,3%. El patrón encaja con una lectura defensiva y de búsqueda de visibilidad: activos con perfiles de negocio más estables o con catalizadores propios tienden a sufrir menos cuando la dirección del mercado viene impuesta por el exterior.
Perspectiva: corrección puntual, pero con foco en 2026
Pese a la corrección, el trasfondo que manejan muchos analistas sigue siendo de sesgo positivo. En Estados Unidos, el S&P 500 encara su tercer año consecutivo de ganancias, respaldado por la percepción de que el ciclo de relajación monetaria continúa, aunque con matices y con sensibilidad creciente a los datos. Y, de cara a 2026, varias casas de inversión mantienen objetivos alcistas que, si se materializan, prolongarían el entorno favorable para la renta variable. Para el IBEX, la sesión deja una conclusión táctica: el nivel de 17.000 queda como referencia psicológica inmediata, pero su conquista dependerá menos del impulso doméstico y más de que Wall Street estabilice el pulso tecnológico y rebaje el temor a que el “boom” de la IA llegue acompañado de una volatilidad estructural más alta.
