Memphis ante el espejo: ¿pueden las fuerzas federales restaurar la seguridad urbana?

El presidente Trump crea el “Memphis Safe Task Force” para enfrentar la ola de violencia en la ciudad

Ante lo que describe como niveles alarmantes de crimen violento, Donald J. Trump firmó un memorándum presidencial para establecer en Memphis, Tennessee, un cuerpo especial conjunto que coordinará esfuerzos federales, estatales y locales con el fin de controlar el delito, desplegar la Guardia Nacional y restaurar el orden público.

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El presidente Trump crea el “Memphis Safe Task Force” para enfrentar la ola de violencia en la ciudad

Memphis, una ciudad cargada de historia, blues y leyendas culturales, vuelve a estar en el foco nacional de Estados Unidos por razones muy distintas a las turísticas: altos índices de criminalidad que, según datos del FBI, ubican a la ciudad entre las más afectadas por delitos violentos y bienes robados. Ante esta situación, el presidente Donald Trump firmó un memorándum presidencial que instituye el Memphis Safe Task Force. Este grupo especial tendrá el mandato de articular los esfuerzos de múltiples agencias federales, estatales y locales para reducir de manera contundente la violencia urbana. 

La estructura del task force incluye agencias como el FBI, la ATF (Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos), el DEA (Antidrogas), ICE (Inmigración y Control), el Departamento de Seguridad Nacional, los U.S. Marshals, entre otros, además de la Policía de Memphis, la Patrulla Estatal de Tennessee y la Guardia Nacional de ese Estado. En cuanto al liderazgo en el terreno, los U.S. Marshals estarán a cargo de la coordinación operativa local, junto a la gobernación de Tennessee y autoridades municipales. 

El memorándum presidencial describe que la estrategia buscará terminar con el crimen callejero y violento “en la mayor medida posible”, mediante tácticas como vigilancia intensiva, investigaciones complejas, tratamiento financiero (para cortar flujos ilícitos), despliegues masivos en barrios con altos índices delictivos, y una cooperación íntegra entre niveles de gobierno. Uno de los pilares también es la movilización de la Guardia Nacional de Tennessee bajo órdenes federales (Título 32), algo que requiere la autorización del gobernador. En este caso, el gobernador Bill Lee ha respaldado formalmente la petición.

Es clave mencionar que esta iniciativa se apoya en acciones previas como la denominada Operation Viper, operativa del FBI que ya ha arrestado a cientos de los delincuentes más violentos en Memphis. La nueva tarea pretende acelerar esos logros, otorgándoles más recursos, presencia policial, mejoras tecnológicas y estrategias basadas en evidencias. 

La reacción local ha sido mixta. Aunque el gobernador Lee ha mostrado apoyo firme, el alcalde de Memphis, Paul Young, ha dejado claro que él no solicitó la Guardia Nacional ni ve en el despliegue militar la única vía para reducir la criminalidad. Las críticas apuntan tanto a la posible militarización de la seguridad urbana como al riesgo de que este tipo de intervenciones se utilice con fines políticos, especialmente en ciudades con liderazgo demócrata. 

Por otro lado, en lo concreto, el Estado de Tennessee ha movilizado ya un importante número de agentes de la Patrulla Estatal al condado de Shelby, que incluye Memphis, y ha comprometido decenas de millones de dólares para apoyar programas de prevención, mejora de capacidad operativa policial, subvenciones para seguridad urbana y tecnología.

Este movimiento se inscribe en una apuesta política y estratégica mayor: Trump ha señalado que Memphis podría ser apenas el comienzo, y que ciudades como Chicago, Nueva Orleans, St. Louis podrían enfrentar medidas similares si no se reducen los índices de violencia.

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