Escalada de tensión aérea en Europa

Detienen a dos ciudadanos chinos por operar un dron cerca de una base clave de la OTAN

La seguridad en el espacio aéreo europeo se ve sacudida: dos ciudadanos chinos han sido arrestados en Noruega tras ser sorprendidos pilotando un dron cerca del aeropuerto militar-civil de Bardufoss, una de las instalaciones más sensibles de la defensa noruega y un punto estratégico para ejercicios de la OTAN. El incidente aviva las alertas sobre espionaje, vulnerabilidades en la protección de infraestructuras militares y el desafío que suponen las aeronaves no tripuladas en zonas de máxima restricción.

ÚLTIMA HORA | Dos ciudadanos chinos arrestados con un dron cerca de una importante base de la OTAN

Espionaje aéreo o provocación estratégica

El martes pasado, las autoridades noruegas detuvieron a dos ciudadanos de nacionalidad china que estaban operando un dron en las inmediaciones del aeropuerto de Bardufoss, una instalación con uso dual —civil y militar— clave para las operaciones aéreas del Ejército del Aire noruego y para ejercicios con fuerzas de la OTAN. 

La Policía del distrito de Mid-Troms intervino tras recibir informes del control aéreo de actividad sospechosa en la zona de exclusión aérea del aeródromo. Tras el arresto, los dispositivos electrónicos de los sospechosos fueron incautados para su análisis, mientras que sus pasaportes quedaron retenidos durante la investigación. 

Aunque los detenidos fueron posteriormente interrogados y liberados en espera de más datos, el suceso no debe subestimarse: Bardufoss es un nodo logístico y operativo estratégico, frecuentemente utilizado para despliegues militares, maniobras en el Ártico y colaboración con aliados de la OTAN. 

Disrupciones en vuelos y precedentes recientes

El episodio no fue aislado. Esa misma noche, un vuelo de la aerolínea Norwegian con destino a Bardufoss fue desviado tras la detección de actividad de drones en la zona restringida. Asimismo, una aeronave de la compañía Widerøe, que debía hacer escala en Brønnøysund, cambió su ruta directamente hacia Trondheim al presentarse alerta por objetos no identificados en el entorno del aeropuerto intermedio. 

El cierre temporal del aeropuerto —o, al menos, la restricción operativa preventiva— fue confirmada por el operador aeroportuario Avinor, que actúa con protocolos estrictos ante incursiones en zonas prohibidas. También se reportaron casos similares en ciudades como Oslo y Copenhague, lo que extiende la preocupación sobre incursiones aéreas no autorizadas en puntos críticos de Europa. 

Más allá de la simple perturbación operativa, el patrón sugiere un uso sistemático de drones para recabar datos, probar las defensas o provocar estados de alerta en las rutas aéreas. En un contexto de escalada geopolítica y competencia tecnológica, estos episodios son materia de atención para Estados europeos y la Alianza Atlántica.

Riesgos estratégicos, respuesta y oportunidades políticas

1. Espionaje tecnológico al alcance del cielo.
Los drones ofrecen capacidad de vigilancia relativamente económica y discreta. En un entorno militar, su empleo cerca de zonas sensibles puede facilitar la identificación de instalaciones, movimientos logísticos o incluso pruebas del sistema de detección aérea.

2. Vulnerabilidad en la capa baja del espacio aéreo.
Muchos sistemas de defensa están optimizados para amenazas aéreas a gran escala (aviones o misiles). Los drones ligeros, de bajo perfil o de vuelo lento, representan un desafío creciente en el dominio de baja altitud.

3. Costes de contención y disuasión.
Para disuadir incursiones no autorizadas es necesario desplegar sistemas de vigilancia (radares, sensores ópticos, radares lidar, drones interceptores) y establecer protocolos de intercepción. Estas inversiones, aunque costosas, resultan claves para proteger instalaciones críticas.

4. Respuesta geopolítica y diplomática.
Noruega, aliada de la OTAN, debe gestionar el incidente sin escalar tensiones innecesarias. China, por su parte, puede alegar uso recreativo o error técnico, pero la magnitud estratégica del lugar sugiere que será considerado un acto grave por los países occidentales. En ese escenario, las sanciones diplomáticas, la exigencia de explicaciones y la coordinación de defensa aérea europea serán piezas centrales.

5. Impulso a la cooperación en defensa europea.
Casos como este refuerzan la necesidad de sistemas comunes de vigilancia aérea entre Estados miembros de la UE y la OTAN, especialmente en corredores transfronterizos del Ártico y el norte del continente.

 

 

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