Políticos suizos exigen cancelar la compra de cazas F-35 tras los nuevos aranceles de EE.UU.
Washington ha impuesto un arancel del 39 % a las importaciones suizas, y la respuesta no se ha hecho esperar: varios partidos suizos exigen la cancelación del contrato con Lockheed Martin por la compra de aviones F-35A. El proyecto, valorado inicialmente en 7.500 millones, podría costar mucho más de lo previsto.
El malestar entre Suiza y Estados Unidos se ha acentuado en los últimos días, después de que Washington anunciara la imposición de aranceles del 39 % sobre productos suizos. La medida ha provocado una fuerte reacción política en Berna, donde varios representantes del Parlamento han pedido formalmente la cancelación del contrato de compra de los aviones de combate F-35A al fabricante estadounidense Lockheed Martin.
Según informa la agencia Bloomberg, el acuerdo ha vuelto al centro del debate nacional, no solo por el gesto de tensión comercial entre ambos países, sino también por la escalada de costes que podría sufrir el proyecto. El contrato, firmado inicialmente por 7.500 millones de francos suizos, podría encarecerse hasta en 1.300 millones más, según estimaciones recientes.
“Un país que nos lanza piedras no debería recibir regalos de nosotros”, declaró con contundencia un portavoz del Partido Verde, que ya había impulsado un proyecto de ley para cancelar la compra. Esta propuesta legislativa será previsiblemente debatida en la sesión parlamentaria de otoño.
A esta postura se ha sumado el copresidente del Partido Socialdemócrata, quien ha solicitado la celebración de un nuevo referéndum que permita a la ciudadanía decidir sobre la continuidad del contrato, en un tema que genera controversia desde sus inicios.
Los F-35A son considerados uno de los cazas más avanzados del mundo, y su adquisición se planteó como una renovación estratégica para las Fuerzas Armadas suizas. Sin embargo, los últimos acontecimientos han transformado la operación en un símbolo de dependencia geopolítica y desigualdad comercial.
Para muchos sectores políticos en Suiza, mantener el contrato bajo estas condiciones sería inaceptable, tanto por razones económicas como por una cuestión de principios. Mientras tanto, el debate sigue abierto y se intensificará conforme se acerque la nueva sesión parlamentaria.