Divergencias diplomáticas en la relación transatlántica

Trump y Starmer discrepan sobre el reconocimiento del Estado palestino

Durante una rueda de prensa conjunta en Londres, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro británico, Keir Starmer, dejaron ver una de sus escasas diferencias: el reconocimiento del Estado palestino. Mientras Trump se mostró reticente y centró su discurso en la liberación inmediata de rehenes en Gaza, Starmer subrayó la urgencia de un plan de paz que atienda la crisis humanitaria en la Franja.

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Trump y Starmer discrepan sobre el reconocimiento del Estado palestino

La sintonía política entre Donald Trump y Keir Starmer, que en los últimos meses ha sido presentada como sólida en asuntos económicos y estratégicos, mostró este jueves un matiz importante en política internacional. En su comparecencia conjunta, el presidente estadounidense reconoció que existe un “desacuerdo” con el primer ministro británico en torno a la posibilidad de reconocer oficialmente al Estado palestino, un asunto que ha ganado fuerza en el debate internacional tras la escalada bélica en Gaza.

Trump, que evitó pronunciarse sobre una eventual hoja de ruta hacia dicho reconocimiento, insistió en que su prioridad inmediata es la liberación de los rehenes que aún se encuentran en manos de Hamas. “Dijeron que los usarán como carnada, eso es brutal”, declaró con un tono duro, reflejando la línea más estricta de Washington hacia el grupo islamista.

Por su parte, Starmer admitió que el tema se discutió de manera privada y que no hay consenso, pero recalcó que comparte con Trump la necesidad de garantizar seguridad para Israel y, al mismo tiempo, avanzar en una solución política. “Estoy absolutamente de acuerdo en la necesidad de paz y de una hoja de ruta, porque la situación en Gaza es intolerable”, afirmó. Sus palabras reflejan la posición europea de buscar un equilibrio entre la seguridad israelí y el derecho de los palestinos a contar con un Estado propio.

El trasfondo de esta discrepancia es significativo. Para el Reino Unido, el reconocimiento de Palestina puede formar parte de una estrategia diplomática que impulse negociaciones más amplias en Oriente Medio. Para Estados Unidos, en cambio, cualquier gesto en esa dirección se interpreta bajo el prisma de seguridad regional y de la lucha contra el terrorismo, factores que Trump no deja de enfatizar en sus declaraciones públicas.

Aunque ambos líderes resaltaron que se trata de una de las “pocas diferencias” en su agenda compartida, el contraste ilustra los desafíos de la política transatlántica en un momento en el que Gaza concentra la atención global. La búsqueda de una solución al conflicto sigue siendo una tarea pendiente y, pese a la aparente cercanía entre Washington y Londres, las divergencias sobre cómo abordarla ponen de relieve la complejidad del escenario internacional.

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