Dow Jones subiendo, XRP sin rumbo: La ‘startup’ de un cofundador de Ripple agita a la comunidad XRP
La compañía de infraestructura cripto Yellow, respaldada con unos 10 millones de dólares de capital personal del cofundador de Ripple, Chris Larsen, ha roto su silencio y confirmado que lanzará su propio token, desatando una nueva oleada de especulación en la comunidad XRP. Aunque la firma no ha detallado aún ni fecha, ni modelo económico, ni criterios de distribución, el mero anuncio ha bastado para situarla entre los proyectos de infraestructura más vigilados del mercado. En paralelo, Bitcoin y XRP consolidan su presencia en Wall Street gracias al debut del índice Bitwise 10 Crypto en NYSE Arca, mientras Solana eleva el tono de su “guerra de memes” contra la comunidad XRP y Shiba Inu encara un repunte de volatilidad tras un fuerte movimiento de ballenas.
Yellow entra en escena
Yellow se define como una firma de infraestructura de liquidez que está construyendo una red de enrutamiento para conectar blockchains con corredores y exchanges, utilizando un sistema basado en el estándar Financial Information Exchange (FIX). Su objetivo es facilitar un cruce de liquidez entre mercados, reduciendo fricciones y mejorando la ejecución para intermediarios que operan en múltiples plataformas.
Hasta ahora, la empresa había mantenido silencio sobre su token, pero una actualización pública ha confirmado que el proyecto contará con un activo propio. Sin una hoja de ruta detallada, la compañía ha optado por un anuncio mínimo que, sin embargo, ha reactivado el interés de quienes participaron en rondas de contribución anteriores y esperan claridad sobre su posible inclusión en la distribución inicial.
Chris Larsen y la apuesta por Yellow
El foco sobre Yellow se intensifica por un motivo clave: Chris Larsen ha invertido alrededor de 10 millones de dólares de su propio patrimonio en la empresa, lo que la convierte en una de sus mayores apuestas personales declaradas en el sector. A diferencia de otras inversiones canalizadas a través de estructuras corporativas, esta participación directa refuerza la percepción de que se trata de un proyecto estratégico en su órbita.
Aunque Yellow no ha anunciado integración específica con XRP ni con Ripple, su enfoque técnico encaja con áreas donde el token ya se utiliza, como los pagos de alta velocidad y la provisión de liquidez profunda entre mercados. Para parte de la comunidad, el proyecto se percibe como una suerte de “segunda oportunidad tipo Ripple”, no tanto por su modelo de negocio —distinto— como por el perfil del inversor que lo respalda y la posible sinergia futura con el ecosistema XRP.
La reacción inmediata se ha centrado en dos preguntas: cuándo se lanzará el token y qué trato recibirán quienes apoyaron las fases iniciales. Sin respuesta aún, Yellow ha logrado algo poco habitual con un comunicado tan breve: reabrir el debate sobre su potencial y colocarse en el radar de los grandes cazadores de narrativa cripto.
XRP gana peso en Wall Street
Mientras tanto, XRP afianza su presencia en los mercados tradicionales. El fondo Bitwise 10 Crypto Index Fund (BITW) ha comenzado a cotizar en NYSE Arca, lo que amplía la visibilidad de los principales criptoactivos entre inversores institucionales y minoristas que operan a través de canales regulados. En su composición actual, el índice asigna un 74,34% a Bitcoin, un 15,55% a Ethereum y un 5,17% a XRP, situando al token de Ripple como tercera posición por peso.
En paralelo, los ETF al contado vinculados a XRP registraron el 8 de diciembre entradas netas diarias de 38,04 millones de dólares, elevando los flujos acumulados hasta cerca de 935,39 millones y los activos netos por encima de 923,71 millones de dólares, con el precio moviéndose en torno a los 2,09 dólares por token. Estas cifras refuerzan la idea de un ecosistema que ya no depende únicamente del mercado spot cripto, sino que empieza a contar con vehículos regulados y listados que amplifican su alcance.
Para la comunidad, la combinación de nuevos productos financieros en Wall Street y startups de infraestructura respaldadas por figuras históricas de Ripple dibuja un escenario en el que XRP aspira a consolidarse como activo de referencia en soluciones de liquidez y pagos.
Solana y la batalla de los memes con la comunidad XRP
En el terreno de la narrativa —y de los memes—, Solana ha decidido entrar de lleno en el terreno de juego de la comunidad XRP. La cuenta oficial lanzó un mensaje con el texto «time to flip the switch», acompañado de una ilustración de castillos en la que SOL aparece en lo alto, con Bitcoin y XRP en torres opuestas y un elenco de personajes medievales claramente diseñado para provocar reacciones.
El gesto se produjo menos de 24 horas después de otro movimiento calculado: un post anterior con la cifra 589, un número cargado de simbolismo dentro del universo XRP, asociado desde hace años a teorías de precio casi míticas alimentadas por memes y capturas antiguas de Los Simpson. La alusión directa a ese “número sagrado” fue interpretada como un guiño —y un desafío— a la comunidad.
El detalle más significativo del nuevo post fue la mención directa a David Schwartz, director de tecnología de Ripple y uno de los arquitectos originales del XRP Ledger, que todavía no ha reaccionado a la última publicación pese al ruido generado. En respuesta al mensaje previo, Schwartz admitió estar «pleasantly confused», una frase que muchos han adoptado como descripción perfecta de la mezcla de desconcierto y curiosidad que generan estas batallas simbólicas entre comunidades cripto.
Ballenas de Shiba Inu y volatilidad al alza
Fuera del eje XRP–Solana, otro de los protagonistas de la jornada ha sido Shiba Inu (SHIB). Los datos de la plataforma de análisis Santiment muestran el mayor número de grandes transferencias de SHIB desde el 6 de junio, un patrón típico de actividad de ballenas que suele adelantarse a movimientos bruscos de precio.
Al mismo tiempo, la cantidad total de SHIB depositada en exchanges ha aumentado en alrededor de 1,06 billones de tokens, lo que implica que hay un volumen significativo de monedas potencialmente listo para ser vendido. Esta combinación —más tokens en plataformas de negociación y fuerte movimiento de grandes carteras— se asocia habitualmente a episodios de volatilidad a corto plazo.
Pese a ello, SHIB acumula una subida cercana al 6% en las últimas 24 horas, con una capitalización de mercado que se sitúa ligeramente por debajo de los 5.000 millones de dólares. Los analistas hablan de un posible rally de alivio moderado, pero advierten que no debería interpretarse como la antesala de un nuevo salto vertical, sino como parte del comportamiento típico de un activo altamente especulativo.
Chris Larsen @Ripple Co-founder and Executive Chairman led a $10M raise for Yellow. Listen to why. The smartest money in the industry keeps positioning around infrastructure that scales globally.
— 𝗕𝗮𝗻𝗸XRP (@BankXRP) December 10, 2025
Utility unlocked 🌕🔓 https://t.co/RpVl5HrWxD pic.twitter.com/7rUrcDF6wF
Un ecosistema en plena efervescencia
En conjunto, la jornada deja una imagen clara: el ecosistema cripto se mueve en varios niveles a la vez. Por arriba, proyectos de infraestructura como Yellow buscan redefinir la interconexión de liquidez entre mercados, respaldados por figuras de peso como Chris Larsen. En el plano financiero tradicional, índices y ETF dan a XRP y otros activos un canal de entrada más ordenado hacia inversores de perfil clásico.
Al mismo tiempo, la batalla de narrativas entre comunidades —con Solana apuntando directamente al imaginario XRP— y el constante ir y venir de ballenas en activos como Shiba Inu recuerdan que el componente emocional y especulativo sigue siendo central en este mercado. Para el inversor, la clave pasa por distinguir entre ruido y señal: separar los proyectos que construyen infraestructura y captan capital estable de las olas de euforia memética que, aunque llamativas, rara vez marcan el rumbo de largo plazo.
