El Dow Jones entre la paz en Miami y el “Proyecto Manhattan” chino: un día de bancos centrales y tensión geopolítica
La jornada se abre con los futuros del Dow Jones pendientes de lo que va a ocurrir muy lejos de Wall Street: en Miami. Kirill Dmitriev, enviado de Vladimir Putin, viajará allí para reunirse con el enviado de la Casa Blanca Steve Witkoff y con Jared Kushner, yerno del presidente Donald Trump, con el objetivo de abordar el plan de paz estadounidense para Ucrania. Sobre la mesa habrá una propuesta actualizada tras los últimos contactos entre Washington y Kiev, mientras Rusia sigue aumentando su capacidad armamentística y consolidando posiciones en el frente. En paralelo, se espera también la llegada del asesor de seguridad ucraniano Rustem Umerov para reuniones separadas, lo que convierte Miami en una especie de “mini cumbre” donde puede empezar a definirse el tono de la guerra en los próximos meses. Para los inversores que siguen el Dow Jones, cualquier señal de avance real hacia la desescalada, o de bloqueo total, se traduce de inmediato en cambios en el apetito por el riesgo.
Trump, el “auge de 2026” y una credibilidad económica en entredicho
Desde la Casa Blanca, Donald Trump aprovechó un discurso vespertino para reivindicar su gestión y ajustar el relato económico. Acusó al expresidente Joe Biden de ser responsable del repunte inflacionista y volvió a cargar contra la inmigración, la delincuencia y los derechos trans, en línea con su agenda más ideológica. En el plano estrictamente económico, prometió un “auge” para 2026 y anunció un “dividendo de guerrero” de 1.776 dólares para los militares, además de apoyar pagos directos a la población destinados a cubrir gastos sanitarios. Sin embargo, las encuestas recuerdan un dato incómodo: solo el 33 % de los estadounidenses aprueba su gestión económica. El mercado, y en particular los componentes más cíclicos del Dow Jones, escuchan estas promesas con cautela, conscientes de que el tono político no siempre se corresponde con la realidad de los datos macro. Además, el discurso, que muchos esperaban que incluyera un anuncio de guerra contra Venezuela, apenas mencionó el conflicto, dejando una sensación de desconcierto estratégico.
Golpe a las narcolanchas en el Pacífico y mensaje de fuerza
En el frente de seguridad, Estados Unidos confirmó un nuevo ataque contra una embarcación sospechosa de narcotráfico en el Pacífico oriental, con cuatro fallecidos. La operación, ordenada por el secretario de Defensa Pete Hegseth, se ejecutó tras comprobar que el buque navegaba por una ruta clásica de tráfico de drogas. El Comando Sur subrayó que la lancha estaba implicada activamente en operaciones de narcotráfico, en el marco de una ofensiva reforzada de Washington contra estas redes. Aunque este tipo de acciones parecen alejadas del parqué, forman parte del mensaje general de un gobierno que combina discurso de “mano dura” en seguridad con promesas de prosperidad económica, un equilibrio que los inversores del Dow Jones vigilan cuando valoran riesgos geopolíticos de fondo.
BCE inmóvil, Banco de Inglaterra dudando y Wall Street leyendo los matices
En Europa, el foco está en Fráncfort. El Banco Central Europeo se encamina a mantener por cuarta reunión consecutiva las tasas sin cambios, con la facilidad de depósito anclada en el 2 %. La lectura oficial es que la economía de la eurozona muestra una resiliencia razonable y que la inflación se mantendrá cerca del objetivo, de modo que no hay urgencia por mover ficha. Las nuevas proyecciones hablan de un crecimiento algo más sólido y de riesgos relativamente equilibrados, lo que refuerza la idea de “esperar y ver” reunión a reunión. Christine Lagarde volverá a subrayar un enfoque guiado por los datos, consciente de que cualquier guiño hacia una relajación o endurecimiento futuro impacta en los mercados globales, incluido el Dow Jones, a través de tipos, divisas y diferenciales de crédito.
El contraste llega desde Londres, donde el Banco de Inglaterra podría recortar tipos tras mantenerlos sin cambios en noviembre. El consenso del mercado se inclina hacia una bajada de 25 puntos básicos, del 4 % al 3,75 %, posiblemente el último movimiento del año. El gobernador Andrew Bailey ha reclamado “más evidencia” de enfriamiento de la inflación, pero los últimos datos —contracción económica e IPC moderándose, aunque por encima del 2 %— han alimentado las expectativas de un pequeño gesto acomodaticio. La decisión, muy ajustada, será seguida con lupa por los inversores estadounidenses, ya que el conjunto de las decisiones de los bancos centrales marca la prima de riesgo global y, en consecuencia, el atractivo relativo de la renta variable del Dow Jones frente a la renta fija.
China y su “Proyecto Manhattan” de chips: un riesgo estructural que Wall Street no puede ignorar
Mientras la atención se concentra en Miami, Washington y las capitales europeas, China da un paso silencioso pero potencialmente decisivo. En Shenzhen, un equipo compuesto en parte por exingenieros de ASML ha desarrollado un prototipo de máquina de litografía EUV, pieza clave para fabricar semiconductores de última generación. El sistema ya ha conseguido generar luz ultravioleta extrema, aunque aún está lejos de producir chips comerciales funcionales. Aun así, el proyecto se compara ya con un auténtico “Proyecto Manhattan” chino de los chips: un esfuerzo nacional masivo para romper el monopolio occidental en equipos de litografía avanzada y lograr autosuficiencia en semiconductores de alta gama hacia 2028–2030.
Para muchas compañías ligadas al Dow Jones y a los grandes índices estadounidenses —desde la industria de capital tecnológico hasta los fabricantes de maquinaria y software— este movimiento no es un titular más, sino un cambio de fondo en la arquitectura del mercado global de chips. Si Pekín consigue, aunque sea parcialmente, reducir su dependencia, el equilibrio de poder tecnológico, comercial y de seguridad nacional dará un giro que los inversores ya empiezan a descontar en sus valoraciones y escenarios de riesgo.
Un día en que el Dow Jones lee el mundo como un tablero global
La agenda de la jornada se completa con la batería de datos macro —decisión de tipos del BoE y del BCE, solicitudes iniciales de subsidio por desempleo e IPC en Estados Unidos— y con resultados de compañías como FedEx y Nike, termómetros finos del comercio global y del consumo. En conjunto, el Dow Jones amanece en un contexto donde la línea entre noticias políticas, decisiones de bancos centrales y avances tecnológicos es cada vez más difusa.
Entre la posible paz negociada en Miami, el discurso económico de Trump, la ofensiva contra el narcotráfico, la prudencia del BCE, la duda del Banco de Inglaterra y el salto tecnológico silencioso de China, el índice no solo descuenta beneficios futuros: está intentando leer, en tiempo real, hacia dónde se inclina un mundo que se mueve a la vez en varios frentes críticos.
Datos de las 7:15 hora de Europa central.

