Reino Unido da un "golpe bajo" a Israel y reconoce el Estado de Palestina
El primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, anunció este domingo por la tarde que su gobierno reconocerá oficialmente al Estado de Palestina, según informó la BBC. La decisión supone un cambio significativo en la política exterior británica, y llega en un momento especialmente tenso en Oriente Medio, marcado por el agravamiento de la crisis humanitaria en Gaza.
De acuerdo con el gobierno británico, este paso responde a las “condiciones cada vez más graves sobre el terreno”, con imágenes de violencia y hambruna circulando ampliamente en las últimas semanas. La presión internacional y el deterioro humanitario han sido factores clave en este giro diplomático, que busca relanzar la esperanza de una solución duradera en la región.
Un reconocimiento dentro de un plan más amplio
Keir Starmer ya había anticipado que el reconocimiento de Palestina no se haría de forma aislada, sino como parte de un enfoque más amplio. El primer ministro ha defendido una estrategia que culmine en una solución de dos Estados, con garantías de seguridad tanto para los palestinos como para los israelíes.
El reconocimiento —según había afirmado Starmer anteriormente— debe formar parte de un “plan más amplio que dé lugar a una solución de dos Estados y a una seguridad duradera para ambas partes”.
Reacciones y contexto internacional
La decisión británica se suma a la postura adoptada por otros países europeos en los últimos meses, que han optado por reconocer formalmente a Palestina como Estado en respuesta a la situación en Gaza y la parálisis del proceso de paz. Se espera que este anuncio tenga un fuerte impacto diplomático tanto en Europa como en Oriente Medio.
El anuncio también abre la puerta a una posible reevaluación del papel del Reino Unido como mediador en el conflicto, así como a nuevas conversaciones en organismos multilaterales como la ONU.
Con este paso, el gobierno de Keir Starmer intenta posicionarse en el centro de un enfoque pragmático y humanitario, buscando impulsar una solución política a largo plazo en una región marcada por décadas de conflicto. El reconocimiento de Palestina no solo tiene implicaciones simbólicas, sino también estratégicas, en un contexto donde las potencias internacionales vuelven a mirar hacia Oriente Medio con preocupación renovada.
